Don Federico se dedica al arte del mezcal desde hace 38 años cuando trabajó de alquilado en tierras Oaxaqueñas. Con el tiempo, se independizó y logró montar su propia fábrica de mezcal en casa. Barricas, alambique y grandes tambos de plástico son su taller en donde desarrolla su íntimo arte: la creación del mezcal.