¿A dónde se fue el orgasmo?
Muchas mujeres llegan a mi consulta con esa inquietud. ¿A dónde se fue mi orgasmo, a dónde se fue mi placer, yo solía sentir más” La mayoría de sus testimonios comienzan “es que cuando yo estaba más joven ________” [llena el espacio].
Además, la creencia de que solo en la juventud es que la vida sexual es saludable o balanceada es eso, una creencia.
Puede que nuestros órganos tengan un proceso de envejecimiento, claro que sí, pero no es lo mismo envejecer sentada viendo por un balcón que estando activa, haciendo ejercicio y alimentándote conscientemente.
Cuando llevas la consciencia a tu vida, entonces TODO cambia, incluida tu sexualidad.
Es verdad, la juventud tiene más ímpetu sexual y eso es porque la biología apoya el deseo de reproducirse y nos lo disfraza de calentura perpetua cuando estamos en los jóvenes veintes, por ejemplo, sin embargo, no hay madurez sexual y eso nos llevaba a tener muchas emociones de frustración, dolor, abandono ligadas a nuestra sexualidad. O sea, ahí comienzan las primeras rupturas de corazón que marcan, sin duda, nuestra sexualidad en la adultez.
En la adultez puede que no tengamos el mismo ímpetu sexual pero tienes una energía más sosegada, presente y en busca del verdadero placer físico, emocional y energético. Todo con la edad se va volviendo más consecuente a la experiencia y los aprendizajes y si eres coherente en tu camino pues es muy problable que disfrutes la adultez desde otro lado más allá de tenerle nostalgia a la juventud, porque si lo hace así entonces tu mente creerá que la nostalgia es porque ya no se tiene eso y eso era mejor.
En realidad cada edad es diferente y lo mejor es que la mejor etapa siempre debe de ser la que estás viviendo.
Amo escuchar esas personas que a sus 60 años dicen que se sienten en su mejor etapa, y posiblemente con algunos dolores extras pero con una sabiduría que puede traer paz y aceptación frente al proceso de vivi y envejecer.
Entonces, dicho eso, que era necesario que fuera dicho para poder hacer mi punto, continúo…
La sexualidad no envejece, la sexualidad se pone mejor y eso es también porque ya no tomas tu balance sexual como garantía, es más, ya te preocupa tu balance sexual y eso se asegura de que tengas vitalidad y juventud sexual.
Este es un término que no aprendí de ningún lado, o sea si existe puede que yo lo use diferente, no lo sé pero yo me refiero a juventud sexual cuando tus órganos genitales están saludables y vitales.
Para mi la juventud no significa la cantidad de años que tienes pues conozco personas de menos de 20 que no se ven ni saludables, ni vitales y mantienen cansados y dormidos. Conozco personas de 82 años como mi padre o de 65 años, como mi madre, que no se quedan quietas, siguen trabajando, teniendo sueños y con certeza de que les queda mucha buena vida por delante.
Y lo mismo pasa con los órganos sexuales. Si tu los ejercitas, los estimulas, les das alimentos que les fomenten su salud como las nueces en el caso de personas con pene o con ovulos de aloe vera o maca para las personas con vulva, además de seguir fomentando el deseo sexual desde un lugar más terapeutico y menos esperar a que suceda espontáneamente porque no va a ser así.
Y tú te preguntarás para este punto, ¿pero por qué no estamos hablando de orgasmo si de eso se trata este blog? Bueno pues porque para que haya placer sexual debe de haber bienestar y el bienestar no comienza en lo sexual sino en el estilo de vida que llevas.
La destonificación vaginal y pélvica que sucede por no hacer ejercicios que tonifiquen tu zona sexual. Te entiendo, es muy probable que nadie te haya dicho que los tenías que hacer y ahora tengas todo destonificado allá abajo, pero estás a tiempo, siempre estamos a tiempo.
Tanto tiempo que pasas sentada. La falta de movilidad de estos músculos se mezcla con que estás sentada sobre ellos todo el día ocasionando que se desacondicionen. El placer sexual depende de que estos músculos se contraigan como parte de los impulsos para generarlo. Si no hay vitalidad en esta zona, el placer se esfuma.
La falta de estimulación sexual. Puede que no tengas pareja y muchas mujeres me dicen eso, pero la estimulación sexual no depende de que tengas pareja o no. La juventud sexual depende de que mantengas contacto frecuente con tu cuerpo no solo para sentirte en esa onda sensual sino para estimularte. Si no visitas tu placer o tu orgasmo entonces se le olvida a tu cuerpo.
Los desbalances hormonales. Acá tenemos palabras mayores porque contra las hormonas no podemos hacer nada, ellas mandan la parada. Si tu tienes desbalances hormonales entonces tu deseo y placer se pueden ver afectados. Esto debes de balancearlo yendo a una consulta con una especialista endocrinóloga en menopausia para que te den opciones.
El post parto. Esto, aunque no es un desbalance hormonal, tiene todo que ver con las hormonas y con el hecho de que tu cuerpo no está para recibir placer sino para criar. Así que aquí debes de tener paciencia y recuperar tus rutinas sexuales una vez lo sientas orgánico.
Menopausia y resequedad. La resequedad vaginal que trae naturalmente la menopausia hace que las vulvas y vaginas puedan experimentar dolor al tener relaciones sexuales mermando así la posibilidad de conectar el acto con el placer. Esto es un efecto bola de nieve porque entre más te duele menos quieres y entre menos quieres pues más reseco se pone todo.
Como ves, hay tantas razones por las que se ve disminuido nuestro placer sexual, incluso nos podría llevar a perder nuestro orgasmo. Esto es muy frustrante porque todas queremos sentir placer y deseo, incluso eso nos hace sentir vivas, con más juventud y más seguras de nosotras mismas.
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