La zona Gris
¿Te has entregado a una rutina y sientes que tu desarrollo no avanza? ¿Haces todos los días la misma cantidad de ejercicio y no bajas de peso? ¿Trabajas todos los días, el mismo tiempo con la misma dedicación y no generas más ingresos?
Yo te tengo la respuesta:
Estás en la zona gris.
La zona gris es una extraña especie de la zona de confort. Es en esta zona gris en donde nada avanza porque ¡no haces nada diferente!
Verás, si decides adoptar el hábito de la carrera, los primeros meses que fuerzas a tu cuerpo a correr por determinada longitud o tiempo, bajas de peso y mejoras tu estado físico, pero si continúas por siempre con esa exacta rutina, tu cuerpo habrá llegado a su zona de confort y dejarás de obtener el resultado que esperas.
La zona gris es la zona de confort disfrazada de esfuerzo.
Por eso, la clave para todos los días evolucionar es no parar de esforzarte, no cesar a la hora de hacer conscientes tus zonas de confort y obligarte a salir de ellas.
Es esta zona la que juega con nuestra percepción ¡te lo digo yo que casi me quedo a vivir en esa zona jurando que la rutina me llevaría lejos!
¡No, señor! La rutina no es más que la manera cómoda de afrontar la vida. No hacer nada diferente durante años te harán hamacarte en un estado de cero crecimiento y, por ello, cero satisfacción.
No creas que la comodidad es satisfactoria, recuerda que hasta el sillón más cómodo saca ampollas en la espalda si te quedas sentad@ ahí de por vida.
Por eso es importante mantenerte despierto, consciente de la vida a cada paso que des, pues es la manera más sensata de darte cuenta si te estás empozando en tu zona gris o estás haciendo algo, todos los días, que te impulse hacia delante.
La zona gris se refleja en todas las esferas de nuestra vida, desde el ejercicio y su reflejo en nuestro cuerpo hasta nuestras relaciones.
No soy fan del término “échale ganitas a la relación”, porque en mi personal experiencia de vida, el amor fluye y es perfecto en su total expresión, no hay que echarle ganitas a sentir más, sin embargo, si “echar ganitas” lo traducimos en: todos los días hacer algo EN AMOR que empuje nuestra relación hacia delante, entonces nos mantendremos fuera del alcance de la zona gris.
Es en esta zona gris en donde los más bellos amores desaparecen. Es en esta zona gris en donde no comprendes por qué tu salud no mejora, por qué tus ingresos no se elevan, por qué tu vida, en general, no parece avanzar.
Mi consejo constante, lo que aplico en mi vida desde que me levanté del sillón confortable de la zona gris, es hacer una cosa –por lo menos– cada día que empuje mi vida hacia delante.
Con una sola acción diferente que tomes cada día, con un solo acto de esfuerzo que te saque de la zona de confort, descubrirás que tu vida comienza a caminar y con ello, no sólo creas la realidad de tus sueños, sino que haces magia en cada una de tus áreas que deseas ver brillar.
No seas gris, ¡sé extraordinario!
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