Tres Seres
Tu camino de vida es la experiencia que tu alma necesita. Nada es gratuito, nada pasa por casualidad. Todas y cada una de las personas que conectan contigo tienen un propósito, es tu labor encontrarlo, darle luz a cada uno de los aspectos que catalogas como oscuros de tu vida.
Existen tres tipos de mensajeros: amorosos, rasposos y tortuosos, según Tania Karam en su libro: Una vida con ángeles.
Los amorosos son aquellas personas que encarnan los amores de tu vida: tus padres, familiares, amigos y parejas que te enseñan diferentes lecciones a través del genuino sentimiento del amor.
Los rasposos son seres que amas, pero con quienes te encuentras en situaciones molestas. A lo mejor un familiar que te saca de quicio, una amiga que te hace enojar continuamente o una pareja con la que no alcanzas la paz.
Y los tortuosos que son quienes nos ponen en contacto con el lado oscuro de nuestras emociones.
Es fácil amar a los amorosos, nos cuesta trabajo aceptarlos, a veces, pero el verdadero reto está en aceptar y amar a los tortuosos.
¿Cómo va a ser posible que yo ame a una persona que me ha hecho sufrir?
Lo primero a comprender es que nadie te hace sufrir, tú decides sufrir en determinadas situaciones. Puedes no sufrir y aprender, puedes ver el lado de luz de cada situación y entonces convertir en agradecimiento tus sentimientos o emociones hacia los tortuosos o viceversa.
Hay personas que vienen a enseñarte la experiencia de la traición que no habrías de conocer si esa persona no llega. La experiencia integral de vida se construye a punta del equilibrio: negativo y positivo.
Así es como sanas tus relaciones, no necesariamente haciendo las paces físicas con las personas, sino con las emociones que te generan.
Es fundamental, a nivel energético, guardar agradecimiento absoluto por todas y cada una de las personas que han pasado por tu vida y con quienes has experimentado diversos escenarios que te generan diferentes experiencias, sentimientos, sensaciones, pasiones, amores…
Esos seres tortuosos —en muchas ocasiones— me han enseñado más en menor tiempo. Es por medio de ellos que he aprendido el valor de la paciencia, el poder de la palabra, el respeto a las diferencias de los demás, la responsabilidad ante mis decisiones.
Esos seres que me han hecho llorar, rabiar, pensar, suspirar, me han dado lecciones que hoy son herramientas muy prudentes de mi vida diaria. Cada uno de los seres que se atraviesa en nuestro camino nos entrega lecciones dignas de guardar en una caja de rápido acceso, a las que les podamos echar mano a punta de recuerdos y que nos conecten con el camino que nuestra intuición interpreta.
En el audio que compartí el #ViernesdeMeditación, les participo un poco de mi camino para hacer las paces con personas y situaciones del pasado y, con ello, evitar que esas heridas, raspones o torturas vividas se manifiesten coartando mi libertad del Ahora. Si deseas escuchar la Meditación da click en:http://www.alasdeorquidea.com/meditacion-conectar-perdon/
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Namasté.