Todo lo que necesitamos es AMOR
Mañana es un día especial según varias filosofías ancestrales, un día en el que tendremos la oportunidad de sanar nuestro corazón y darle restart, pero ahora más concientes de quiénes somos y cómo enfrentar responsablemente nuestra vida.
Para los escépticos del tema, los que piensan que son "fumadeces" como me han dicho, dedico estas letras; para los que todavía no han abierto los ojos ante lo que nos muerde de frente, el verdaderamente existir, gozando de nuestra humanidad, de la belleza de tener sensaciones, sentimientos, resquemores, dolores, enojos. Eso justamente es ser humano, experimentar tantas y tantas cosas que nos recuerdan que estamos vivos. Pero no podemos olvidar que somos instinto, que venimos de una misma madre tierra que creó todo, llámenle Dios o como quieran llamarle, y que nos regimos no solamente con la razón, sino con algo que nos recuerda constantemente que existimos... el corazón.
Despertar y abrir nuestro corazón no quiere decir convertirnos en alguien más, ni dejar de ser quien somos, significa potencializar lo que somos para perfeccionar nuestra especie, para dejar de lado las culpas, los resentimientos y abrirnos a sentir amor, amor por nuestra familia, amor por nuestra pareja, amor, amor, amor...
Cuando me uní a este movimiento estaba en una búsqueda desesperada de algo, no sabía bien de qué. Dejé de fumar, comencé a meditar, a hacer YOGA, a alimentarme bien, empecé a necesitar cuidarme YO, amarme YO y con esto mejorar mi vida en general. Un día me llamó mi madre y me invitó a la meditación que se hizo con el Maestro Jaime Delgado en las pirámides de Teotihuacán, allá fuimos y ese día, el 9 de febrero de 2010, fue el día que vi las cosas de diferente manera.
Todos pensamos cuando nos encontramos con este tipo de movimientos, que son charlatanería, con tanto nos hemos topado que ya no confiamos en nada, estamos esperando el zarpazo, cuando nos pidan dinero. Para mi sorpresa eso nunca pasó, al contrario esto es un espacio con personas maravillosas que quieren mejor su forma de vida, que quieren regalarle apapacho al espíritu y tomar las riendas de su camino.
Siempre nos estamos quejando de las cosas que nos pasan, "pobre de mí...", nos han inyectado un montón de información que hemos canalizado incorrectamente. Se pusieron de moda los sicólogos que nos dicen que somos como somos porque papá era así y mamá de tal forma, que nuestra pareja tiene la culpa de tal otra, y vivimos una vida llena de huecos energéticos por estarle regalando nuestra energía a otros, a quienes queremos hacer responsables de todo cuanto nos sucede ¿por qué? porque es más fácil desprendernos de nuestra responsabilidad que afrontarla.
Entonces vamos siendo víctimas, víctimas de todo nuestro entorno y dejamos de manejar nuestro barco por terror a mirar hacia nuestro interior y darnos cuenta que quien vive su vida es uno mismo, que quien toma las decisiones es uno mismo, que quien es responsable de su vida es uno mismo, que tenemos que dejar de ser víctimas de nuestra historia para convertirnos en protagonistas de nuestra vida.
La primera lección, que atesoro, de parte de mi Maestro Jaime Delgado fue en cuanto a las decisiones, me dijo que cuando tomamos una decisión no se trata de intentar descifrar cuál es la correcta, la acertada, la que no nos va a hacer equivocarnos, pues esa es una manera errónea de tomar una decisión. Cuando tomamos una decisión debemos de irnos por la que estamos dispuestos a responsabilizarnos de ella, a entregar todo por respetarla y aferrarnos a lo que hemos decido. No importa si nos equivocamos o no, lo que importa es que nos hicimos responsables de nuestra capacidad de tomar una decisión, y cuando vemos las cosas así dejamos de culpar al vecino.
Entonces me encuentro con este grupo de maravillosas mujeres y me nombran una más de ellas con el título de Embajadora del Corazón, que consiste en pasar la semillita de abrir nuestros corazones, en regar este evangelio de amar, de amarnos primeramente a nosotros mismos para empezar a proyectar todo ese amor que nuestro corazón es capaz de entregar.
Mañana 24 de febrero alrededor del mundo estaremos conectados en una meditación, en una ceremonia para recibir la energía sanadora que entra a la tierra... ahora están pensando "ya empezaron las fumadeces" y no los culpo, desafortunadamente este tipo de cosas simplemente se creen o no se creen, pero de lo que debemos estar seguros, creamos en las matemáticas astrológicas o no, es que todos los que nos unamos, los que nos conectemos a las 7 de la noche de Colombia (en Medellín, donde es la ceremonia matriz guiada por el Maestro Jaime Delgado) 6 pm de México, recibiremos una hermosa energía. Los seres humanos somos energía, generamos, proyectamos y jalamos energía, y esas no son fumadeces, es la realidad, no importa si realmente entra o no la energía sanadora, lo que importa es que tantas mentes conectadas al mismo tiempo algo bueno tienen que generar, en el mundo, en nosotros mismos, en nuestra paz interior.
Así que los invito a que abran su corazón, a que experimenten la belleza de existir en todo su esplendor, a que perdonen, a que dejen ir los resentimientos, a que sanen sus relaciones familiares, a que vean de frente a las personas que aman y las amen realmente como son, como la parte que forman de sus vidas, a que se desapeguen y dejen ir, pues eso es parte vital de amar. A que le regresen la energía a quien le corresponde, a que recuperen su energía; a ser felices de una vez por todas, con dinero, sin dinero, con preocupaciones y sin ellas, todo eso hace parte de vivir, pero lo que no podemos permitir es que las cosas externas y que realmente no tienen valor desequilibren nuestro interior. Problemas seguirá habiendo, nos enojaremos, lloraremos y perderemos en ocasiones el control, pero lo que no podemos perder es nuestro corazón, lo que no podemos olvidar es que cada sensación que tengamos alimenta o ensucia nuestro corazón y bien lo dijeron 4 poetas décadas atrás: "todo lo que necesitamos es amor...".