Ejercicio para sanar a tu mamá

Sanar a tu linaje femenino es el primer paso hacia la sanación de tu feminidad***, de tu energía pura creativa y creadora. Si no has sanado a tu madre y a tu abuela, los avances en tu propio crecimiento van a ser más despacio y te seguirás topando con situaciones que parecieran no tener resolución. 

*** Si eres hombre, no olvides que tú también tienes un polo femenino, el creador, el creativo. La sanación con la madre te ayuda a empoderarte como hombre y a balancear tus polaridades.

En mi personal experiencia, tanto caminando el camino constante de la sanación de mi linaje como acompañando a alguna valiente mujer que desea sanar a su madre y/o a su abuela, he visto cómo la transformación llega a tocar la puerta permitiéndote sentirte más libre de rabias, dolores, juicios, incluso resentimientos profundos. 

Regularmente este es un tema tabú, sobre todo si tuviste una madre presente, amorosa y buena, "¿cómo vas a decir algo de tu mamá?" "¡Qué te pasa!" "¡respeta!" Hasta ahí llegamos... no se hable más, todas las emociones devueltas al cajón y a la madre no se le toca. 

Y digo que es más tabú porque si es una madre que abandonó o tóxica, pues hay más permiso de "sanarla". Quiero decir que en cualquier caso, desde la madre más desalmada hasta la Madre María, algo venimos a sanar con ellas, con la que sea que sea que escogimos como madre, por allá antes de nacer... hasta aquellos tiempos a donde no nos llega esta conciencia. Recordar eso, es importante. 

Te explico la forma primero: la idea es que respondas una pregunta cada día. Esto quiere decir que el día 1 del ejercicio, respondes la pregunta 1, y los días 2 y 3 reflexionas sobre esa misma pregunta y escribes las nuevas ideas. Lo cual te llevará a hacer una pregunta nueva cada dos días, lo que te llevará a que este ejercicio dure 30 días. O sea, durante un mes estarás dedicada a drenar todo lo que tienes en tu sistema con respecto a tu madre.

Este ejercicio lo puedes repetir después con tu abuela. Entonces sí, prepárate para la transformación más bella. Pero por lo pronto comienza con una, el tiempo te dirá cuándo es momento para cada quien.

Sanación, pura, clara y que puedes sentir a los pocos días de haber comenzado. He visto y compartido con otras mujeres la experiencia de este ejercicio y no ha habido una que no experimente la transformación que trae el sanar a la madre en a vida de cualquier mujer. 

Un diario que te servirá como testigo de tu sanación. Allí escribirás la pregunta del día y durante 15 minutos mínimo responderás todo lo que viene a tu mente. Cuando sientas que no hay nada más que decir paras y utilizas el día siguiente y un día más para reflexionar y abonar a lo escrito. Ojo, no borres, solo abona. Dedica nuevamente 10 minutos mínimo para pensar en la pregunta y escribir lo nuevo. Si no sale nada, no te preocupes, puede que mañana en la misma sesión de 10 minutos de reflexión, salga algo más.

Observa tu mente durante el día y si vienen respuestas anótalas, recomiendo que lleves tu diario contigo. 

Es recomendable que te disciplines para hacerlo a los tiempos, si dejas pasar mucho entre pregunta y pregunta rompes con el flujo de sanación y los resultados no serán óptimos. 

No juzgues lo que escribes, recuerda que nadie más lo leerá, esto es para ti, hace parte de tu intimidad y no es para el escrutinio de nadie. Entre más honesta seas con lo que sientes y escribes, la limpieza será más profunda. Después si quieres pueder botar o quemar todo lo que escribiste, siempre es tu elección.

Ahora sí. Ve al botón de abajo y haz día por día, recuerda que entre pregunta y pregunta van dos días de reflexión. ¿Estás lista?

Tienes mis respetos por ser valiente guerrera, se necesita mucha fuerza en el vientre para perdonar a nuestras raíces, sin olvidar que se requiere de mucho corazón para sanar las propias heridas con compasión.

Te abrazo,

Annie