La Cadena del Agradecimiento
Hace unos días me invitaron a hacer el reto de agradecer tres cosas diarias por siete días y nominar a dos personas para hacer lo mismo. Me sorprendió que alguien que no está entre mis amigos hizo un comentario al respecto de estas cadenas: está mal contaminar el TL de tus amigos con esas tonterías.
¡Vaya! Pensé, si agradecer es contaminación, imagino lo que puede significar el resto de cosas fatuas que diariamente son publicadas en las redes sociales.
Pero mi columna de hoy no es para hablar sobre aquella persona que califica una dinámica en masa de agradecimiento al universo como contaminación, sino sobre lo importante que es apoyar las cosas positivas que llegan a nuestra vida.
Según el doctor Deepak Chopra, las redes sociales y cualquier tipo de tecnología masiva se han ido convirtiendo, poco a poco, en un gran cerebro global, digamos que en una identidad comunal que también se mueve con energía.
Tenemos tres sopas: ser proactivos, ser destructivos o ser tibios. Quien es proactivo con sus redes sociales intenta generar conciencia en torno a las causas que cree. Plantea alias, “comparte” panoramas positivos y enriquecedores para sus seguidores que normalmente son amigos. Quien es destructivo somete frustraciones y resentimientos, quien es tibio ni siquiera tiene un fin para dichas dinámicas.
Una persona proactiva provee material a su gente que valga la pena explorar, leer, conocer, asimismo, este tipo de cadenas, que bien pueden sonar como una tontería, también son una forma de proactividad.
¿Se imaginan qué pasaría si de repente el colectivo global, ese cerebro global al que el doctor Chopra se refiere, se pusiera en pos de agradecimiento y luz blanca? Si no se lo imaginan, entonces se los cuento:
Nuestro cuerpo, nuestro interior, es una réplica del cosmos. Cada ser que habita en este plano físico no es más que un pequeño universo que se aloja en universos más grandes y que, al final de la cadena, hacen parte del gran infinito universal.
Si nuestro planeta cambiara por blancas todas sus células negras, pensemos en energía positiva y negativa respectivamente, las vibraciones se elevarían ocasionando una ola energética tan fuerte capaz de hacer cambios fundamentales.
El solo hecho de agradecer diariamente por las bendiciones que tenemos genera cambios en nuestra propia vida. Si a eso le sumamos hacer conscientemente un ejercicio de agradecimiento que incluya a otras personas estamos potenciando los efectos de la energía que brota de nuestro propio manantial. Invitando a otros a hacerlo y lográndolo se fortifica el poder del agradecimiento que, para los estudiosos de las energías y la espiritualidad, es conocido como un poder que mueve montañas.
Entonces sí, una tontería como este ejercicio de agradecimiento no resulta ser tan tontería si dejamos de ver la simple superficie y nos vamos al fondo de lo que emite nuestra energía cada que enfocamos los puntos de nuestros agradecimientos. Así como las geniales inteligencias humanas pueden ser enfocadas hacia la bondad (doctor Deepak Chopra) o hacia la maldad (Adolf Hitler), todo lo que tenemos a nuestro alcance también. El buen uso de las nuevas tecnologías nos puede llevar, como civilización humana, al despertar de nuestra conciencia individual y colectiva; siendo proactivos somos parte de la solución y no parte del problema.
OM.