Anatomía Femenina [Nuestro aparato reproductor]
Para poder entrar en verdadero contacto con nosotras mismas, debemos conocer nuestra anatomía, los órganos que la conforman y sus funciones. Cómo conocer bien tus genitales si no sabes qué parte es cuál y cómo se llama qué.
APARATO REPRODUCTOR
Útero: la matriz, la fábrica de bebés, el útero. Tiene muchos nombres, y una gran tarea: todo está relacionado con los bebés. El útero en realidad está compuesto de dos partes: el cuello del útero o cérvix, que es la base; y el cuerpo, la parte principal del mismo. Podrás leer más sobre él a continuación. Cada mes, el revestimiento del cuerpo del útero se engrosa para prepararse para el embarazo y, si no se produce el embarazo, es expulsado en forma de –sí, lo has adivinado– flujo menstrual.
Cérvix: esta parte se merece su propia sección porque es mucho más importante de lo que muchas personas consideran. El cérvix o cuello del útero es la parte inferior del útero, que conecta con la vagina. Tiene unos 4 cm de longitud, es lo que impide que las bacterias (y otras cosas) entren en el útero, y permite que el flujo menstrual salga de tu cuerpo. De hecho, puedes sentir el cuello del útero si insertas un dedo en la vagina: notarás algo así como la punta de la nariz.
Ovarios: si quieres ponerte técnica, son los verdaderos fabricantes de bebés. Los ovarios son las gónadas femeninas, y son responsables de la producción de hormonas y de los óvulos, que son de suma importancia. Son aproximadamente del tamaño de una almendra. Una mujer nace con todos los óvulos que tendrá en toda su vida: al nacer, hay aproximadamente 2 millones, pero en la pubertad permanecen alrededor de 300.000. Aproximadamente cada mes (más o menos cada 28 días), un óvulo madura en los ovarios y se libera, donde espera para ser fertilizado. Si no es fecundado, se expulsa del útero durante la menstruación.
Trompas de falopio: las trompas de falopio son dos tubos que miden aproximadamente 10-12 cm largo cada uno. Es aquí donde en general, un óvulo es fertilizado por el esperma y el medio por el que un óvulo fertilizado llega hasta el útero.
Vagina: muchas personas (tanto hombres como mujeres) piensan que el término “vagina” se refiere a todas tus partes bajas. ¡Pues no es así! La vagina es el tubo muscular y elástico que conecta el útero con el exterior de tu cuerpo, que lleva el flujo menstrual o un bebé al mundo exterior. La vagina media mide de 5 a 7 centímetros de ancho y 5 a 8 centímetros de largo y, debido a su elasticidad, puede llegar a expandirse hasta un 200% su tamaño para dar cabida a un pene, tampón, copa menstrual o bebé. También es ligeramente ácida para que proliferen bacterias saludables. Si quieres saber más sobre el pH vaginal y cómo mantenerlo equilibrado haz clic aquí.
Himen: no podemos hablar de la vagina sin hablar del himen, también conocido como corona vaginal. El himen es una pequeña membrana que cubre o rodea la abertura de la vagina parcialmente. La mayoría de hímenes tienen la forma de una media luna, pero en realidad hay varias formas y tamaños diferentes. Y no, el himen no se “rompe” la primera vez que tienes relaciones sexuales. Ya tenía un agujero (o dos) para permitir el vertido del flujo menstrual para que salga de tu cuerpo.
Vejiga (uretra): es probable que ya sepas que la vejiga es donde va la orina antes de que sea expulsada del cuerpo. Cuando está vacía, al igual que el útero, tiene aproximadamente el tamaño y la forma de una pera. Y vamos a dejar una cosa clara, señoras (¡y caballeros!): las mujeres no hacen pis a través de la vagina. La orina sale del cuerpo a través de la uretra, que se extiende desde la vejiga hacia una abertura justo debajo del clítoris.
Y un extra: el suelo pélvico
Es probable que no pienses en el suelo pélvico como una de tus cosas de “ahí abajo”. Pero tiene un papel importante en asegurar que tus partes femeninas funcionan correctamente. Los músculos del suelo pélvico se asientan como una hamaca entre el hueso de la pelvis y la base de la columna, dando soporte a tus órganos internos. Estos músculos se envuelven alrededor de la uretra y la vagina, y de hecho se pueden controlar conscientemente.
¿Alguna vez has dejado de orinar a la mitad? Eso es obra del suelo pélvico. El suelo pélvico juega un papel fundamental en el control de nuestros movimientos pélvicos al ir al baño (tanto al hacer pis como “aguas mayores”), e incluso puede mejorar la intensidad de tus orgasmos. También nos ayuda a empujar al bebé hacia fuera cuando tenemos un parto vaginal.
Unos músculos tan importantes como estos necesitan ser ejercitados, existen muchas maneras de ejercitarlos, yo te recomiendo ampliamente el uso de los YONI EGGS. Da click para conocer más de esta herramienta. Si eres Lunera del programa, la iniciación está incluida. Búscala en nuestra página privada.
2. CLÍTORIS
Oh, el clítoris, ese “botón” maravilloso, la campanita, la perla, la pepita, o como prefieras llamarlo… ¡Tantos nombres y apenas sabemos de él! Pídele a cualquier mujer que dibuje uno y probablemente haga un garabato en la parte superior de un par de labios. Si bien esto es un buen intento, teniendo en cuenta lo que la mayoría de la gente sabe, no representa ni de lejos lo que un clítoris es en realidad.
En 1998, la uróloga Helen O’Connell publicó un estudio pionero sobre el clítoris que reveló su verdadero alcance y tamaño. En él, dice que menos de ¼ del órgano es visible y que los otros ¾ están escondidos internamente, demostrando que había mucho más en el clítoris de lo que parecía.
Y esto se publicó hace 20 años, por eso no es de extrañar que la mayoría de nosotras todavía crea que se trata de solo un pequeño botón en la parte superior de nuestra vulva. Así que vamos a hablar del clítoris y a descubrir lo que sucede cuando lo activamos.
El clítoris tal y como lo conocemos
Empecemos por lo obvio. lo poquito que vemos de él está formado por el glande del clítoris, el cual asoma en la parte superior de la vulva y está protegido por un pliegue o capuchón de piel. El glande tiene más del doble de terminaciones nerviosas que las que tiene la cabeza de un pene ¡esto son más de 8.000 nervios! Esto explica por qué la mayoría de nosotras tiembla con solo un toquecito.
¡Es cosa de los bulbos!
A continuación se encuentran los bulbos vestibulares, la parte más gruesa del órgano interno, que bajan desde el glande y se extienden hacia abajo y hacia fuera en forma de lágrima, y están situados detrás de tus labios exteriores. Cuando se frotan o masajean, recrecen y envuelven la vagina como en un abrazo.
Durante la penetración vaginal esta es la parte del clítoris que se estimula, lo que significa que los orgasmos vaginales son sólo una variación del orgasmo clitorial. Nuevas investigaciones han probado que cuando tu vagina se contrae después del orgasmo, en realidad son tus bulbos contrayéndose ¡excitante! ¿no?
Si, tú también tienes una erección
¡A ver si te creías que tener una erección era cosa de hombres! El clítoris también se levanta, pero una erección interna. A cada lado de los bulbos, partiendo del glande y formando una V, cuelga el llamado cuerpo cavernoso, que envuelve a la vagina a medida que se pone erecto, lo que le ayuda a sentir la estimulación interna.
Y de hecho, es algo más que una erección…
Al final del cuerpo cavernoso están los llamados pilares o raíces del clítoris, que miden alrededor de 9 cm de largo (qué locura ¿verdad?). Éstos apuntan hacia tus muslos cuando estás relajada y cuando se despiertan se mueven hacia atrás, hacia la columna vertebral. Así que la próxima vez que un hombre presuma de su erección ¡va a alucinar cuando hables de la tuya!
¿Por qué se explica esto en educación sexual?
Te estarás preguntando, ¿por qué diantres no sabía nada de esto hasta ahora? Recuerda que no fue de dominio público hasta que en 2009 los investigadores franceses Dr. Odile Buisson y el Dr. Pierre Foldès presentaron por primera vez imágenes en 3D de un clítoris excitado. ¿Cómo íbamos a entender lo que no podíamos ver? Después de todo, una erección interna es mucho más difícil de detectar que una externa.
Así que, ahora que sabes todo sobre el botón de la felicidad, es la excusa perfecta (¡como si necesitaras una!) para explorar tu clítoris. Ya que has aprendido que puedes estimularlo de manera interna y externa, puedes usar las manos, o un masajeador personal como Kiri para practicar la estimulación externa, o Celesse para estimulación interna.
Déjate llevar y ¿quién sabe?, masajear tus bulbos podría ser la clave para encontrar ese orgasmo increíble que estabas buscando…
Por favor ten en cuenta que los consejos ofrecidos pueden no ser apropiados para tu caso en particular. Consulta siempre con tu médico si tienes preocupaciones específicas relacionadas con tu salud.
3. VULVA Y VAGINA
La vulva: tus partes íntimas visibles
Vulva es el término genérico que se utiliza para las partes visibles o genitales externos.
Monte de Venus: es la zona triangular justo debajo del ombligo, compuesta en su mayoría por tejido adiposo, que cubre el hueso púbico y lo protege de posibles daños (como durante las relaciones sexuales). Es, en general, donde comienza el vello púbico.
Labios mayores: son también conocidos como los labios exteriores; los labios mayores son los pliegues de piel en el exterior del orificio vaginal. También suelen estar cubiertos de vello púbico.
Labios menores: son los labios interiores que, como era de esperar, se encuentran entre los labios exteriores y el orificio vaginal. Protegen el orificio vaginal y uretra (situados en el vestíbulo) de cuerpos extraños como la suciedad y las bacterias, y además están compuestos por nervios que incrementan el placer sexual. No tienen vello púbico.
Vestíbulo: es el espacio entre los labios menores. Abarca desde la parte inferior del capuchón del clítoris hasta el orificio vaginal.
Orificio de la uretra: también conocido como el agujero #1; se encuentra en el vestíbulo justo debajo del clítoris y encima del orificio vaginal; el orificio de la uretra es por donde se expulsa la orina al exterior. La uretra es el conducto que va desde la vejiga hasta este punto.
Orificio vaginal: es también conocido como el agujero #2. Mientras la vagina es considerada parte de la vulva, su orificio se encuentra dentro del vestíbulo. Se sitúa justo debajo del orificio de la uretra y encima del ano.
Ano: es por donde tu cuerpo expulsa los desechos sólidos (heces). Se encuentra 5 centímetros por debajo/detrás de la vagina: por ello debes ser cuidadosa con tu higiene y limpiarte bien después de ir al servicio.
La vagina: quizás la parte más fascinante del cuerpo femenino
La vagina es un tubo muscular elástico, que se extiende desde los genitales externos (la vulva) hasta el cuello del útero. La vagina se encarga de expulsar el flujo menstrual o a tu bebé por el cuello del útero. Aunque la vagina media mide de 5 a 7 centímetros de ancho y 5 a 8 centímetros de largo, puede expandirse hasta 200 veces su tamaño, ya que las paredes vaginales están formadas por pliegues de tejido suave y elástico. Estos pliegues, llamados arrugas vaginales, son los que nos permiten sujetar la copa menstrual, un pene o un bebé durante el parto. Sin duda, una de las partes más mágicas del cuerpo femenino.
El punto G: El punto G es una pequeña zona de 3 a 5 centímetros que se encuentra en la parte delantera de la pared vaginal, una zona muy sensible para algunas mujeres. En ocasiones, cuando se presiona con los dedos, un pene o un masajeador personal, puede llegar a producir un orgasmo. Sin embargo, muchos científicos (y mujeres) cuestionan la existencia del punto G, ya que sólo alrededor del 30% de las mujeres alcanzan el orgasmo con la penetración. Algunos tienen la teoría de que el punto G no existe o es una extensión del tejido del clítoris dentro de la vagina.
Fuente: www.intimina.com