El amor es todo
Te invito a cerrar tus ojos antes de comenzar la lectura de hoy, no sin antes saber lo que vas a hacer: quiero que pienses e invoques al ser que más amas en tu vida, no importa si está vivo o ya partió, no importa si es humano o es tu perro. Mi intención es que traigas amor a este momento.
Te pido que no pienses en nada más que en ese gran amor que sientes por ese ser que has invocado en tu mente. Visualiza momentos con él o ella que te hagan sentir mucho, mucho amor.
Ahora, cuando sientas ese amor, céntrate en observar tu energía, tu ser, tu cuerpo, las sensaciones que ese sentimiento de amor tan grande te provocan. Siente tu energía condensada en y a través de tu cuerpo.
Puedes cerrar los ojos… Mis letras aquí esperarán pacientemente.
Bienvenid@ de vuelta. Te pido que te respondas estas preguntas: ¿cómo te sientes?, ¿cómo definirías tu energía mientras invocaste al amor? Compártelo conmigo y con nuestra amorosa comunidad en facebook.com/GraciasPorConectar
Te quiero contar que hace unos minutos concluí el día dos de una semana de seminarios con la maestra Lisa Nichols y tuve una experiencia de amor maravillosa.
Al final del seminario, el cual se transmite vía web y por Periscope, Lisa pidió a su público que dijera “te amo”, una vez abriera las líneas. No sólo pude escuchar a cientos de personas alrededor del mundo decir “te amo” en diferentes idiomas, sino que el chat se llenó de te-amos y corazones y palabras bellas de agradecimiento de todos los que participamos.
Mi corazón comenzó a saltar, no pude dejar pasar el momento para cerrar mis ojos por unos segundos y sentir ese gran amor que recibía y que, a la vez, entregaba a toda esa comunidad llena de luz y energía transformadora.
Me doy cuenta de que cuando vibramos en amor, en positivo, en luz, exploramos la faceta más bella que poseemos todos los humanos. Cuando derrumbamos las barreras de las diferencias y nos amamos los unos a los otros, por la pura dicha de derrochar amor, es cuando logramos esa unidad que promete el cambio desde adentro.
Ahora imaginen, si cada segundo de la vida lográramos vibrar en ese maravilloso sentimiento del amor, si lográramos dejar ir lo que nos pesa y ancla el espíritu, si practicáramos la tolerancia con el prójimo y el respeto auténtico a sus decisiones y gustos.
Nos enseñan poco a decir “te amo”. Nos dicen que después de esas palabras que parecieran desnudar el alma, viene un descalabro, que el amor duele y es peligroso entregarlo a cualquiera. Por eso no lo decimos, no lo gritamos, no lo entregamos.
Miramos al amor como una moneda de cambio que espera lo mismo de vuelta y aunque recibir amor es tan bello como darlo, si todos diéramos todo nuestro amor, lo tendríamos por garantía de vuelta.
No dejemos de decir “te amo”, no trunquemos nuestras emociones por miedo a no recibir lo mismo, no bloqueemos nuestros sentimientos por prejuicios sin sentido, porque amando a todo lo que nos rodea nos amamos a nosotros mismos.
Los amo.
#GraciasPorConectar