Decorando mi Laundry Room
Con el pasar de la vida he descubierto que las emociones bonitas se las provoca uno mismo, así como también es uno quien construye la "bonitez" a su alrededor. Por eso, con el lienzo prácticamente en blanco, he decidido, dejar de comprar todo hecho y comenzar a hacer más con mis propias manos.
Siempre había tenido curiosidad sobre las manualidades, desde pequeña me gustaban pero en algún lugar de la adultez había se me olvidaron. Ahora, tras volver a descubrir el gusto por hacer yo misma las cosas, descubro que mi casa es un mundo de proyectos por comenzar y completar.
Así que por eso me di a la difícil tarea de escoger el primero: Mi Laundry Room.
Para ese momento, no se me había ocurrido compartir mi DIY-camino y por eso no tengo ni una sola foto de como era mi cuarto de lavado antes del "extreme makeover", pero imaginen un cubo blanco con dos lavadoras, todo blanco. Ya. Paredes, lavadoras y una repisa.
El lienzo perfecto: blanco.
Me paré frente a mi Laundry con un cuaderno para dibujar, pero primero observé cuáles eran mis necesidades. Pinterest es como mi nave Nodriza estos días y veo espacios que quiero llorar de lo bonitos pero no todos son funcionales para todas las necesidades. Además, hay que pensar en proporción al espacio que se tiene.
Creé un tablero para el proyecto del Laundry para recopilar inspiración que luego adecuaría a mis propias necesidades. Tablero aquí
En mi caso, el espacio es muy pequeño, y requería que cumpliera su función, no solo como cuarto de lavado, sino como espacio para almacenar todos mis productos de limpieza de casa.
Lo primero que instalamos fueron dos racks de IKEA en la pared del frente para quitar una cuerda que colgaba de lado a lado para secar ropa. Luego busqué ideas para "storage" y comencé a ver una fuerte tendencia de la gente hacia los "peg boards". Un pegboard (para quien no sabe, yo no sabía hasta hace tres semanas...) es un como tablero como de carton, bastante macizo, con huequitos que sirven para sostener todo tipo de ganchitos, canastillas, porta repisas, que resultan bastante prácticos para espacios pequeños con necesidades ambiciosas de almacenamiento.
Medí la pared a lo largo y al ancho que me era funcional el Pegboard y corrí a Home Depot por un peg board para mi. Llegué a casa, lo corté, lo pinté de color menta con pintura de spray (BTW últimamente el color menta y yo estamos en tórrido romance, así que decidí que el menta reinara en mi Laundry), y le pedí a mi esposo (Mr. JC) que me ayudara a clavarlas en la pared.
Mr. JC, muy juicioso él, trajo martillo y puntillas y cuando colocamos los pegboard nos dimos cuenta que mis matemáticas salieron equivocadas como por 30 cm.
Tenía dos opciones, cortar nuevamente el pegboard o dejarlos montados, total ni se veía. La segunda fue.
Ya con el pegboard montado comencé a intentar poner los ganchitos incrustándolos en los huequitos como dicen las instrucciones. Pero los ganchitos no entraban porque para que entren, el pegboard se tiene que montar sobre un marco que deje un pequeño espacio entre pared y pegboard para que los ganchos puedan sostenerse ¡Daaaaaah! ¡Pues claro!
Para instrucciones de cómo montar un pegboard aquí
Una vez solucionado el tema del pegboard y con todo acomodadito en canastitas y ganchitos muy bonito, quise cumplir una de mis Pinterest-Fantasías y recrear esas repisas medio vintage con los líquidos en botellas de cristal y etiquetas con sus nombres. Así que me di un clavado en mi colección de botellas (yo sabía que tenía que rendir sus frutos guardar botellas bonitas de cristal) y pinté bolitas de pintura de pizarrón negra.Una vez se secó, intenté escribir los nombres con gis o tiza y no me gustó mucho, así que terminé acudiendo a una sharpie pen blanca.
Lo demás fueron detalles: dos mantelitos azul con menta y café para la tapa de las lavadoras, tapete blanco de faux fur blanca entre las lavadoras, pinté unos cuantos ganchos de plástico blanco con pintura en spray del mismo menta que el pegboard, unas cuantas plantitas y unas mini lamparas de globitos de papel montadas por dentro del marco de la puerta y que por la noche dan una luz muy especial.
Una vez terminé con la parte de adentro vino la gran pregunta: ¿qué hago con la puerta? Al ser un espacio pequeño, quería poder abrir la puerta y que se convirtiera en algo más grande visualmente, así que por eso decidí, gracias a la inspiración de Pinterest, poner la puerta en utilidad, aunque fuera gran parte decorativa.
Antes que nada, mi amor por el menta y lo vintage me llevó a pintarla de ese color y a materializar otra de mis fantasías Pinterestianas: hacer un letrero de madera vieja que dijera "Laundry Room".
Primero decidí decorarla con dos racks de macetas que venden en IKEA pero que "hackee" quitándole los ganchos y reemplazándolos por listones. ¿¡A quién engaño!? Olvidé comprar los benditos ganchos y cuando llegué tenía rack y maceta pero no con qué unirlos. Por eso improvisé con listones y resultó mucho más bonito de lo que pensaba.
Con eso hecho acudí al "husband department" y le pedí que me armara las maderas para los letreros. Mientras tanto surfee por las olas de Pinterest para obtener las instrucciones más sencillas de cómo hacerlo. ¡Voilá!
Hice una mezcla de dos de las instrucciones más simples y tuvo buen resultado:
Necesitarás: tinta para madera (yo utilicé "weathered gray" (gris desgastado por el clima) y "ash" (ceniza), brochas de espuma, liga de grano grueso y otra de fino y pintura blanca de latex (cuando leí "latex" pensé que era una pintura especial pero no, la pintura de latex es pintura de agua normal)
Lo primero fue lijar los maderos, para eso utilicé una lija eléctrica, pero se puede hacer con cualquier lija de grano fino. el fin es quitar las astillas y dejar la superficie lisa para la pintura.
Una vez está lijado aplicas la tinta con las brochas de espuma. No hay que empapar la brocha, de hecho, comienza con poquitos pues hay que esparcirla bien para que no tape la textura natural de la madera. Dejas secar por un par de horas.
Luego mezclas una parte de pintura por media de agua e integras bien. Mojas poco la brocha (no quieres encharcar la madera) y das brochazos bruscos. Deja secar por dos minutos y pasa un papel de cocina como si quisieras limpiar la pintura blanca, empezarás a ver el efecto de blanqueo. Repite este proceso cuantas veces quieras y acentúa los nudos de la madera.
Dejas secar por la noche y al otro día tienes tus maderos listos para escribir sobre ellos lo que quieras.
Hay muchas técnicas para pasar texto impreso a los maderos, yo utilicé, la que más simple me pareció: papel carbon.
Fácil: imprimes con la tipografía que te guste, a tamaño real los letreros. Pones el papel carbón con la tinta hacia la madera, pones encima el letrero que imprimiste y con la punta de una pluma cualquiera, repasas las letras, lo cual hace que queden en la madera por la tinta del carbón. Así de simple como lo lees.
Una vez tienes tus letras en tus maderos, puedes pintarlas con pintura de acrílico o con sharpie. Yo opté por el sharpie negro pues tengo mayor precisión y no se diferencia mucho de la pintura. Luego con un sharpie blanco di textura a las letras por dentro.
Con la técnica del papel carbon puedes pasar formas diferentes para decorar más tus letreros.
Una vez hayas terminado de pasar letras y formas, deja secar por unos 10 minutos la pintura o el sharpie y pasa la lija de grano grueso rápidamente por todo el letrero, lo que dará sensación de envejecimiento en la pintura de las letras.
Ahora sí puedo decir que completé el primer proyecto de CasadeOrquídea y me alegra poder compartirlo en mi blog, además de quedar completamente entusiasmada para comenzar mi siguiente proyecto!!!