¿Sufres de cólicos? Tienes que leer esto
Son realmente pocas las mujeres que no sufren de cólicos. Esto no es porque sea normal sufrirlos sino porque los tenemos normalizados y no debería de ser así.
Físicamente, los cólicos se producen cuando el tejido uterino se desprende creando la menstruación. Lo que tú sientes es esa ruptura entre tejido y útero. Aunque esto suena natural, no debería de doler.
Los cólicos son resistencia a la menstruación y eso es lo que anula la aparente naturalidad. Si desde tu nivel más inconsciente tienes miedo a menstruar entonces el dolor va a ser correspondiente. Y te preguntarás qué tiene qué ver el miedo, pues verás, el miedo tiene todo que ver porque es un chip que viene con nosotras desde nuestras ancestras.
Recordemos las épocas [no taaaan lejanas, la verdad] en las que las mujeres eran metidas en cuarentena, castigadas por menstruar y no solo eso se los hacían cuando llegaba su menarquia, así que el rayón ancestral viene desde la primera menstruación de cientos de mujeres que han estado antes que nosotras.
Si ese rayón se pasa de mujer en mujer hasta llegar a esta época en la que la publicidad sigue tiñendo la sangre de azul, pues te deja el panorama claro de que el rayón sigue y seguirá a menos de que nosotras decidamos trabajarlo.
¿Y cómo trabajarlo?
Conéctate con tu ciclo femenino. ¡Es básico! Si no lo haces no tienes forma de comenzar a observar, entender y balancear tu ciclo. Para eso te tengo una CLASE SIN COSTO que te va a servir para arrancar en esa misión.
TE CUENTO MI HISTORIA QUE ES MI MEJOR CASO DE ÉXITO
Yo sufría de cólicos de esos que te desmayas. Me bajaba una cantidad tan grande que me hacía maluquearme y caer ante el dolor. Mis menstruaciones eran LO PEOR de LO PEOR.
¿Y cómo no? Yo miraba a mi mamá que sufría de los mismos cólicos, mi abuela, y es muy probable que de ahí para atrás.
Cuando comencé a involucrarme más con mi espiritualidad femenina, me di cuenta de que no tenía por qué perpetuar eso que dicen que es “hereditario” [y lo es pero no por sangre sino por género] y más bien opté por abrirme a la posibilidad de no querer morirme 2 de cada 26 días.
¿Cuál es mi realidad hoy? Todavía experimento cólicos pero es completamente diferente:
No me dan todos los meses.
No me dan con esa intensidad. El último que me dio con esa intensidad ya fue hace poco más de un año.
No enveneno mi hígado con casi 2000 mg de ibuprofeno durante esos 2 o 3 días de cada ciclo.
Me he dado cuenta de que cuando me quedo quieta y tranquila, no experimento dolor. Es cuando me da el turbo-Annie que de una me comienza a doler. Si me siento, se desaparece. ¿loco, no?
¿Y QUÉ HAGO CUANDO ME AGARRA EL DOLOR?
No te voy a negar que el ibuprofeno está al alcance siempre pues cuando veo venir ese dolor ya sé en donde termino y no quiero, pero antes de metérmele de cabeza a un ibuprofeno, he optado por estas opciones:
Tomo 1 cápsula de vitamina E de 450 mg 3 veces al día. No importa en qué momento. La vitamina e actúa como el ibuprofeno. Es mágica, te la dice alguien que necesitaba tomarse muuuuuuchos mg para que se le quitara un cólico.
Cuando siento el cólico me tomo 2 capsulas de vitamina E. No hay peligro en tomar varias al día. Yo he llegado a tomarme hasta 10 cuando más mal me siento. Lo que sobra el cuerpo lo elimina por la orina y te ayuda con tu pelo, uñas, piel.
Descansa. El problema es que nos han dicho que todos los días de la vida de una mujer tienen que ser iguales: activos, energéticos, perfectos. ¡No es así! cuando estás en tus Días de Menstruación debes de bajar el ritmo y eso me ha enseñado que ayuda más que cualquier ibuprofeno.
Bebe muchos líquidos. Los coágulos [que es lo que duele cuando se desprende] se hacen por falta de líquido. bebe 2 litros de agua religiosamente. Los puedes tomar en forma de té o agua tibia.
Usa un cojín o bolsa caliente. El calor ayuda al desprendimiento y a la desinflamación.
Consume cúrcuma, es muy buena para desinflamar y generar calorcito interno.
Consume Maca, es muy buena para mantener los niveles hormonales en orden.
Consume Hinojo, es una fuente divina de apoyo al estrógeno que en estos días está por los suelos.
¿Ya dije descansa? En serio, chicas. Yo me sueño un mundo en el que todas las mujeres tengamos por ley el derecho a descansar dos días de cada ciclo. Es necesario, nuestro cuerpo nos lo pide. Así que si por ahora no tenemos esa ley e igual la vida sigue, te invito a que tengas en cuenta esos dos días más duros para tenerlos lo más relajados posibles. Llévate trabajo a casa, no te pongas tacones, no agendes citas importantes. Duerme más, come lo que se te antoje, haz siesta, ve Netflix.
Espero que te sirva. Con amor,
Annie.