Journaling #HurricaneMatthew –meditación incluida–
5 de Oct. 13.00 hrs
Mientras recogíamos todo lo del jardín para prepararnos para la llegada del huracán Matthew. Me detuve a admirar la extraña sensación que recorría mi piel.
Silencio sepulcral, no había pájaros, las hojas de mis árboles no se movían, ¡ni siquiera los zancudos estaban afuera! Es increíble la madre naturaleza, me permito sorprender por ella aunque nada de lo que viene de su noble espíritu me sorprende.
6 de Oct. 9:55
Falta poco para que Matthew llegue. Las nubes ya se atiborran blancas en el cielo. Los vientos cantan a través de las hojas en ráfagas de viento momentáneas que se detienen nuevamente y dejan ver esa cara calma antes de la tormenta.
Es curioso... "después de la tormenta viene la calma" pero antes de la tormenta también hay una calma sepulcral. Una energía de detenimiento, expectativa. Entendernos como un solo ser nos ayuda a ponernos en contacto con esa energía colectiva que somos, que irradiamos y de la que nos conectamos cuando la Pachamama eleva su voz.
Es en los desastres naturales que somos más sensibles a esa energía colectiva y es también con esa fuerza que si nos unimos en intención logramos protegernos, los unos a los otros, con el solo deseo de cobijarnos con nuestro amor.
Me entiendo recibiendo a Matthew más en alegría que en miedo. Más en amor que en incertidumbre. Conecto con la voz de la Pachamama en cada uno de sus rugidos. Nos entiendo sanando el dolor para evolucionar, para tocar la quinta puerta de la apertura de consciencia.
Cuando estas energías como un fenómeno natural hacen contacto con nuestras vidas, tendemos a resistirnos, a decir "¡pinche huracán!" y cosas de ese estilo, eso es casi como negar que somos parte de esta tierra y que así como nosotros tenemos nubes y tormentas en nuestro ser, emociones que nos llevan a huracanes internos que nos obligan a destruirnos y construirnos, otra vez, la Pachamama también.
"Como es arriba, es abajo, como es adentro, es afuera" El Kybalión
Si estás leyendo esto y experimentando a Matthew abre tu corazón y siente la limpieza que estos vientos traen. Mantente seguro y abierto al servicio. Mantente presente, ayuda si puedes a cualquier ser que lo necesite.
Si no estás viviendo a Matthew puedes unirte en intención y dedicar unos minutos de tu día a estar presente y a mandar deseos para quienes lo vivimos y somos parte de esta sanación de la tierra, para todos, porque todos somos uno.
EJERCICIO DE MEDITACIÓN PARA MATTHEW
Recostado en el suelo, sintiendo toda la energía de la Pachamama hacer contacto con tu cuerpo, comienza a respirar profundo. Inhalando en 4 tiempos y exhalando en 6 tiempos. Repite hasta que sientas la presencia y relajación de tu ser.
Visualiza a la tierra, como si fueras un ser gigante gigante a quien le cabe la tierra en la palma de su mano. Obsérvala con mucha compasión y amor. Encuentra la gran nube que representa a Matthew, obsérvala, conecta con ella. Mírala con mucho amor y compasión.
Ahora empieza a deshacer esa nube con tus dedos, limpiándola, con amor, con paciencia y mucha, mucha compasión. Escúchalo si te habla a través de tus pensamientos, y sigue sanando y separando esa nube mientras inyectas luz blanca sanadora por las palmas de tus manos.
Mantén esta visualización por varios minutos hasta sentir que has desecho la nube por completo. Regresa a tu ser sintiendo nuevamente tu cuerpo. Respira conectando con el momento presente. Om.
Mi amor para Matthew,
AlasdeOrquidea en su Cambuche con sus pollitos :)