Sí señor juez
Hoy quiero hablar de un ser que nos tortura a todos. De esa voz que, sin importar si lo hacemos "excelente", nos critica como por deporte.
Ese, mis queridos Cirilos* y Cirilas* es nuestro juez interno. El mío tiene cara de Animal el de los Muppets Baby.
*Para los que son nuevos lectores, Cirilas y Cirilos es como me refiero amorosísimamente a mis lectores desde hace muchos años :)
Decidí ponerle cara a mi juez porque él y yo comenzamos una relación muy cercana hace relativamente poco cuando hice una de esas cosas que me han sorprendido de mi misma, di un paso que me daba miedo, me atreví a hacer lo hacía unos meses era como impensable: dar una conferencia en inglés.
Tras auto felicitarme por haberlo hecho de maravilla, apareció esa voz a recordarme un par de veces que utilicé un verbo mal o que no pronuncié perfectamente, o que tuve que repetir porque ni yo entendí lo que dije.
Ataqué mi valentía por atreverme sin "tener" qué hacerlo, por tener la opción de hacerlo en mi zona de confort (español) y optar por hacerlo a pesar del miedo. Así somos, cuando lo hacemos bien porque lo hacemos bien y cuando lo hacemos mal pues "normal... tu todo lo haces mal" ¿qué onda, Cirilandia, estamos medio loquitos, no?
Aquí hay un punto importante y es que debemos ser hábiles a la hora de tomar una decisión atrevida.
Si yo no me siento preparada para dar la charla en inglés, por supuesto que no lo haría como el borras, eso se llamaría auto sabotaje, ¿pero cómo auto sabotaje si estás tomando el atrevimiento de hacer algo bueno por ti?
Pasa como en yoga. Si vas MUY allá en la postura, te revientas, debes de conocer tus límites.
Si no estas preparado intelectualmente para dar un paso, te sigues preparando, pero lo que no te debes permitir es dejar de dar un paso cuando sabes, en el fondo, que tienes todo para ello.
Teniendo esto claro, haces las cosas a pesar del miedo, no creas que debes esperar a que el miedo se vaya para actuar. No, el guerrero valiente no es inmune al miedo, es valiente porque a pesar de sentirlo actúa en coherencia con su propósito.
El guerrero valiente es el que escucha al juez pero sabe de dónde viene y sigue su camino, tomando nota pues siempre hay información valiosa en esa voz, pero sin engancharse y victimizarse por ello.
Con esta historia quiero traer a tu mente todas tus historias. Todas esas veces que has hecho algo bueno y terminas dándote palo por ello. Estudias como loco para un examen y como no te sacas 10 sino 8 te pones a llorar (historia real de una nena cuando estábamos en el colegio).
Ese es el juez interno y ese mismo juez es el que nos comienza a cazar desde muy pequeños cuando nuestra mente anda haciendo "upload" a todo lo que "está bien" y "mal".
Entonces, nuestra mente, engendra a este personaje que comienza a juzgar literalmente todo, Todo, TODO, lo que hacemos en nuestra vida, desde lo más mundano "estás comiendo mucha harina, mira esa lonja post vacación" hasta lo más profundo "no mereces ni que te quieran".
¡Pero qué ser tan repugnante! – diría todo el mundo, y sí... un poco, es medio monstruosito pero así como repugnante, tampoco. Por eso yo lo visualizo como Animal porque es un monstruito, desastrosito y medio fastidioso, pero posee información que no quieres NO tener.
Ese juez siempre nos recordará nuestros talones de Aquiles y eso es muy bueno, aunque no lo creas, saber qué es lo que nos "avergüenza" de nosotros mismos, nos ayuda a tener los parámetros de lo que debemos trabajar, como aceptación o como transformación.
Este juez muchas veces nos empuja fuera de la zona de confort, aunque ni siquiera sea su intención ni labor. El juez es una faceta del ego y el ego jamás querrá que te salgas de la zona de confort. Sin embargo, cuando activa su voz en juez, nos da pistas de las puertas de salida de la zona de confort.
"Vas a hacer el oso, se te va a poner la mente en blanco y hasta el español se te va a olvidar" cito a mi juez justo antes de comenzar la charla. Aquí, por supuesto, podemos oler claramente las intenciones de este monstruito que quiere salirse con la suya y comenzar mi conferencia en español. Ahí es justo cuando nuestra habilidad debe entrar y ver la puerta de salida hacia donde suceden los milagros.
Si transformas tu relación con el juez, transformas tu forma de escucharlo, dejas de ser juez de tu juez y lo aceptas como es: un monstruo más indefenso que inseguro, como Animal que era tan feito que resultaba tierno.
Si trasciendes al juez, lo usas como linterna hacia la puerta de salida de la zona de confort.
Con todo mi amor,
AlasdeOrquidea y Animal.