Pensamiento Compulsivo
Una vida en conciencia trae más beneficios de los que puedes dimensionar. Estar consciente significa estar presente. Estar presente es un estado curiosamente complejo de alcanzar.
Nuestra mente es pensadora compulsiva, no nos enseñaron a detenerla ni a ponerle límites, de hecho nos dijeron que entre más piensas, más inteligente eres.
Por eso, dejar de pensar suena como una auténtica pérdida de tiempo.
Si tienes una mente que piensa de manera compulsiva debes poner un alto ya, pues ello no te permite estar presente ni consciente ni te permite descansar.
Cuando adquieres la práctica de no dar cuerda a tu propia mente y comprendes que está diseñada para pensar, mas no por ello debes permitirle pensar constantemente, encuentras un remanso de salud, paz e iluminación.
Estando presente descubres patrones de comportamiento en tu vida, aprendes a entenderte y a aceptarte, con ello experimentas más compasión contigo mismo y, por ende, con los demás.
Al estar presente aprendes a oír más a tu cuerpo, a conectar con las emociones que generas después o durante determinadas experiencias.
No dejarte arrastrar por la mente te vuelve menos reactivo, más paciente y calmo cuando alguien externo pierde su centro. Cada que te permites afectarte por algo que sucede al exterior es porque das cabida a que tu mente genere juicios y pensamientos.
Si aprendes a no engancharte en los pensamientos de tu mente, sufres y te desgastas mucho menos. Entiendes que todo lo que te perturba es responsabilidad tuya. Te conoces mucho más y ello te da una radiografía más clara de cada emoción que posees y cómo sanarla.
La conciencia trae consigo responsabilidades, principalmente la de tu propia vida. Dejas de ser veleta y te conviertes en capitán de tu barco de vida.
Mantenerte presente te facilita la conexión con tus propios sueños, te abre el camino de la creatividad para la materialización de lo que deseas crear y te sensibiliza la intuición, herramienta atrofiada en una vida inconsciente.
No importa cuán atrofiada esté, tomar el camino de la conciencia, en automático, desbloquea la conexión contigo mismo.
La responsabilidad de reinventarte hacia lo que sueñas y deseas convertirte, te llena de empoderamiento. Empoderarte es parte del ciclo de elevar tu autoestima, aprender a poner límites en ti mism@ y con ello ponerlos a los demás. Respetarte, honrarte y, con ello, atraer la vida y las personas que deseas en tu alrededor.
La vida consciente trae beneficios para la mente, el rendimiento, la productividad, la salud, el enfoque, los logros, la creatividad, el espíritu…
¿Sigo?
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