Mermelada de Higos y Balsámico
Hace muchos años, cuando yo era pequeña, un tío tenía un árbol de higos en su casa. Recuerdo, en temporada, comer y comer higos que arrancaba de las ramas e incluso los que caían al suelo. Con el tiempo, relegué los higos a una de esas frutas que has probado pero que nunca vuelves a comer. Sin embargo, su olor, textura y sabor me seguían trayendo maravillosos recuerdos.
Con la perfecta excusa de navidad, me dio por empezar a cocinar desde hoy para mañana no enloquecer con todos los platillos que quiero preparar.
Una de las recetas que prepararé requiere de una mermelada que por lo regular hago de blueberries, pero en búsqueda de los platillos que prepararía me encontré con que esta mermelada de higo y balsámico pega perfecto con mi platillo.
Es tan sencilla de hacer que la querrán replicar con otros frutos y no solo eso, sino envasar para tener en el refri y comer con diversos alimentos.
Ahí les vá:
INGREDIENTES:
1/2 libra de higos frescos cortados en cubitos (sin tallos)
2/3 taza de azucar (yo uso morena o mascabado)
2 & 1/2 cucharadas de aceite balsámico
1/2 cucharada de jugo de limón (opcional)
PREPARACIÓN
Pon todo (menos el limón), a fuego medio en un sartén. Cuando empiece a hacer burbujas baja el fuego a moderado. Poco a poco, los higos comenzarán a soltar sus jugos. Puedes ir vertiendo chorritos de agua caliente que se irán reduciendo con el calor. Cuando tenga aspecto de mermelada y esté espesa, pasa a un recipiente de cristal. Puedes añadir, si así lo deseas, el jugo de limón. Una vez esté frío puedes refrigerar hasta un mes.