Me he sentido tan bendecida últimamente.
Y no creo que sea porque últimamente haya sido bendecida, me inclino más a pensar que comencé a poner atención en mis bendiciones.
Comencé a agradecer por ellas y así se fueron multiplicando o quizás haciéndose más visibles. El camino es más claro y las señales más fuertes ¿casualidad?
En este momento camino con la consigna de ser alumna. Fue un requerimiento de mi Conciencia para aplacar al EGO que me nubla el entendimiento.
Cuando caminas con el estandarte de alumno te permites estar presente en cada situación con todos tus sentidos, intentando pescar conocimiento. Intentando deshuesar cada instante para sacarle el jugo que deba permear en tu vida.
Ahora hay más luz en donde yo creaba oscuro.
Todo pasó cuando cambié mi óptica de víctima a alumna. Una víctima se pregunta por qué cosas tan terribles le pasan a ella, un alumno explora las emociones que ello le despierta.
Un alumno entiende que cada uno de los eventos/sucesos tienen una maestría oculta y que siendo víctima se pierde de ella.
Entonces la vida tiende a repetir los dolores, a ver si la víctima espabila y el alumno despierta.
Con mucho amor, mi reflexión de hoy.
