El arquetipo de la víctima | ¿Se te pasan las cucharadas del drama?
La víctima es todo eso que te choca de otros cuando no asumen la responsabilidad de sus actos.
Tu victima tiene dos voces, la primera es tipo Itatí Cantoral en maldita lisiada mode, y la segunda es tipo tu mamá cuando tu mamá te aplica: yo que me he quitado la comida de la boca... para salirse con la suya y la acompañes a una tienda de telas.
Recuerda que la víctima, así como La niña interna, el Saboteador y la prostituta, son el softwear básico de toda sique, tanto masculina como femenina.
Este arquetipo, dramático como es, ocasiona que se nos vaya la hebra y nos revolquemos bien sabroso en el papel de víctimas. Y aunque yo entiendo que el drama es sabroso (por eso escribo par TV) puedo decir, con conocimiento de causa, que en la vida real no sirve para nada.
La histriónica de la víctima ya vive en ti. Pero no te dejes engañar, aunque es pesada como ella sola, el arquetipo de la víctima te ayuda a darte cuenta en qué momento eres tú la maldita lisiada o la que se sacó la comida de la boca.
Observa aquellos momentos en los que quieres generar empatía por medio de la lástima; este arquetipo también puede hablar de nuestra capacidad de victimizar a otros, esto quiere decir que si estoy en una relación, cualquiera que sea, en la que la otra persona se siente mi víctima, el arquetipo de ambos se está activando; el claro ejemplo del roto y el descosido.
Para que haya una víctima se requiere un victimario, sea este victimario otra persona o grupo de personas o una circunstancia externa.
El empoderamiento de este arquetipo te lleva a sustraerte quirúrgicamente de relaciones o situaciones que te hagan sentir maldita lisiada. Esto quiere decir que si tu arquetipo de la víctima en sombra es el que te tiene amarrado a una relación o trabajo, al empoderarlo podrás cambiar las circunstancias y tu entorno.
Nadie tiene el poder de victimizarte a menos que tú te dispongas a ponerte el rol de víctima. Un victimario llevará su lección desde un arquetipo empoderado pero siempre encontrará a otra persona a quien victimizar.
Aquel que no permite que su víctima tome las riendas, sale corriendo de cualquier relación de victimización porque no tiene lugar en ella.
¿Cómo cachar a tu víctima interna?
Víctima que se respete es practicante del drama, siempre recuérdalo. Si continuamente te encuentras personificando o participando en dramas, entonces puedes cachar clarito a la víctima. El drama es su vehículo de comunicación.
¿Cómo moderarla?
Te voy a ser honesta, la víctima se modera con mucha valentía pues victimizarse es la zona de confort más calientita que hay. Además como es histriónica y dramática es como lidiar con el cast completo de los miserables. Mejor te rindes y te entregas.
Corte a: Tú revolcándote en el lodo.
La buena noticia es dominar a la víctima está al alcance de la responsabilidad.
Lo más importante, como siempre, es observarte y aceptar, es ahí en donde entra la valentía, cuando aceptas que todo lo que está creado en tu realidad, lo haz creado tú; tu trabajo, tu pareja, tu familia y amistades. Cada una de estas relaciones responde a las decisiones que has tomado durante tu edad adulta.
Así que ¡wo-men up and kick out that bitch!
Una cara frecuente del arquetipo de la víctima en sombra es echarle la culpa a los padres por los errores cometidos: yo soy así porque mi papá me hizo esto o aquello o porque mi mamá fue buena o mala.
Neta es hora de trabajar y procesar los traumas parentales y así tomar la responsabilidad de trascender y brillar.
Otras frecuentes víctimas desde la sombra son las que habitan en una relación de abuso. Tanto el abusador como el abusado activan su frecuencia correspondiente desde este arquetipo. El arquetipo de la víctima sufre de miedo intenso debido a que el victimario alimenta su simbiosis con ese miedo.
Puedes pensar en qué situaciones de tu vida tiendes a echarle la culpa a otros, también puedes observar los momentos en los que señalas como responsables de lo que sucede a los demás y preguntarte cómo es eso que está sucediendo es tú responsabilidad.
Con todo mi amor,
Ana Bolena ∞ AlasdeOrquidea