Día 4: Perdón

EL perdón no es algo que otorgamos a los demás sino un regalo que nos hacemos a nosotros mismos.

Cuando creemos que perdonamos alguien, en verdad nos estamos perdonando nosotros mismos por el daño que nos causamos por las acciones, decisiones o juicios de otros. 

Esto que nos daña y que hace a la otra persona un perfecto ejemplar para "ser perdonado", en verdad se encuentra en nuestro interior y, la otra persona, poco tiene que ver con ello. 

Ejercer el perdón es ejercer la sanación en nosotros mismos, porque es liberar la tensión que existe cuando un pensamiento o imagen recurrente llega a la mente. Cuando ejerces el perdón en ti, lo demás se libera solo. 

Namasté,

Anna Bolena ∞ AlasdeOrquidea

Ana Bolena Meléndez

Soy Ana Bolena, pero dime Annie. Me certifiqué como Terapeuta en Sexualidad y Menstruación porque mi propia búsqueda de sanación me llevó a explorar a fondo el poder del cuerpo femenino. Durante años guié a mujeres a reconectar con su sensualidad y energía femenina, pero entonces llegó la Perimenopausia y todo cambió. Me di cuenta de que este camino necesitaba algo más que sensualidad: necesitaba claridad, sostén y un estilo de vida que nos ayude a vivir esta etapa con poder. Así que me metí de lleno a entenderlo, a experimentarlo, y ahora estoy aquí para compartir lo que he aprendido. La Peri no tiene por qué ser un caos, puede ser tu mejor transformación.

http://www.milunayoni.com
Anterior
Anterior

Día 5: Aceptar

Siguiente
Siguiente

Día 3: Aquí y ahora